viernes, 18 de mayo de 2007

coclusiòn

Enfrentar el problema de los embarazos no deseados y sus consecuencias, incluyendo el aborto, no es sencillo. De hecho, es necesario poner en práctica una diversidad de medidas para lograr un impacto. Para prevenir el embarazo no deseado es esencial contar y poner en práctica políticas y programas que pongan al alcance de todos, pero en especial de los jóvenes, servicios de educación sexual y reproductiva. Además, la prevención sólo podrá lograrse si los gobiernos y la sociedad civil ofrecen programas y servicios de anticoncepción accesibles y de buena calidad. Para aumentar la cobertura, se deben enfocar los esfuerzos a la población más difícil de alcanzar, con necesidades especiales: los jóvenes, los hombres y las mujeres de grupos étnicos y comunidades rurales dispersas. Asimismo, se debe ofrecer un rango completo de métodos, incluyendo la anticoncepción de emergencia para todos, pero especialmente para las víctimas de violencia sexual y los jóvenes. Para mitigar las consecuencias del aborto inducido, es fundamental asegurar que las mujeres con derecho a un aborto legal no encuentren barreras para recibir el servicio, ni sufran un trato discriminatorio y de calidad deficiente. Al mismo tiempo, es imprescindible asegurar el acceso universal a servicios de calidad para atención del aborto incompleto o complicado, según se establece en el programa de acción de El Cairo y la legislación mexicana.Los programas oficiales, la opinión mundial y los mensajes que reciben las parejas por distintos canales promueven una familia poco numerosa. Sin embargo, los mismos que sustentan esta postura no parecen reconocer la responsabilidad social ante el embarazo no deseado. Mientras la mujer sufre las graves consecuencias del aborto clandestino sobre su salud, seguridad y dignidad, la sociedad cierra los ojos ante el hecho de que los programas de anticoncepción tienen una cobertura y calidad deficientes, y de que los limitados recursos para la atención a la salud se están gastando en tratar, con una calidad limitada por cierto, las complicaciones de abortos que podrían evitarse. Si los abortos y sus complicaciones se previnieran, los recursos podrían orientarse hacia otros problemas de salud reproductiva, para los que las soluciones no están al alcance todavía. Además de estas responsabilidades que la sociedad no debería soslayar, es importante agregar una más: millones de embarazos no deseados culminan en el nacimiento de niños cuyasnecesidades básicas no pueden ser satisfechas por sus madres y familias Enfrentar y encontrar soluciones para los niños y jóvenes abandonados, que viven en condiciones de carencia física, emocional y social, es también una responsabilidad ante la que ningún miembro responsable de la sociedad puede cerrar los ojos.

No hay comentarios: